Quién no conoce a esas personas (o quizá nosotros mismos lo somos) que comprueban cada ingrediente de su cesta de la compra para asegurarse de que no contiene un exceso de grasas saturadas, que aparecen bajo la forma de una serie de aceites y azúcares. La posible solución podría consistir en acudir directamente a la sección saludable del supermercado y olvidarse del problema. Pero, hasta el momento, ningún producto “bajo en calorías”, “light” o “diet” podía compararse con el original.
Un equipo de especialistas de Penn State, una universidad de primer nivel de investigación en Pensilvania, ha descubierto que la clave no está simplemente en eliminar las grasas saturadas, el azúcar y la sal de los alimentos, sino utilizar especias saludables.
En la década de los 90 surgió la moda de los productos bajos en grasas y, hasta el momento, el remedio de las empresas alimenticias consistía en cambias las grasas saturadas por azúcares, y así mantener su palatabilidad. Pero no se nos escapa que no era una opción sana para el organismo, ni mucho menos.
Ingredientes naturales vs. grasas y azúcares
Finalmente se ha demostrado que la utilización de especias naturales puede arreglar el problema, con la gran ventaja de que mantienen el sabor de los productos. Es un win-win, en el que la empresa consigue que el consumo de sus alimentos no decaiga porque el sabor es igual y, por otro lado, el cliente mantiene la tranquilidad de poder comer de forma más saludable sin que esto vaya en detrimento del disfrute de su comida.
En el citado estudio de Penn State, se utilizó como experimento la receta de los macarrones con queso, un plato típico y ultraprocesado de la cultura estadounidense. Para la versión nutricionalmente mejorada con hierbas y especias, los investigadores agregaron cebolla en polvo, ajo en polvo, semillas de mostaza molidas, pimentón y cayena.
Kristina Petersen, profesora asociada de ciencias nutricionales de Penn State, explicaba que su objetivo era ver cuánto podían “reducir estos ingredientes consumidos en exceso sin afectar las propiedades generales de los alimentos en términos de sensación en boca y estructura, y luego agregar especias para mejorar el sabor”.
El resultado fue el descubrimiento de que agregar estos ingredientes restauró el gusto general al nivel de la comida original en 7 de las 10 recetas. Es más, Petersen añadía que, “de hecho, a los participantes les gustaron algunas de las recetas más que las originales”.
En Salsas Quietud nos preocupamos por la salud de nuestros amantes del picante, por lo que en todo momento utilizamos ingredientes completamente naturales, utilizando recetas que son 100% artesanales.
Por esta razón usamos chile de la mejor calidad, vino y vinagre de Jerez y complementamos nuestras salsas con cítricos y especias que potencian aún más el sabor de los platos que disfrutamos.